Cómo Cocrear los Propósitos del Año

En esta columna te enseñamos a proyectar tus propósitos de año nuevo de manera correcta para que tus co-creaciones tengan los efectos esperados.

Probablemente pones en práctica cada año algunos rituales de año nuevo, esperando generar así una atmósfera de esperanza y positivismo para comenzar el año que viene… Hay quienes se atoran con 12 granos de uva y/o con lentejas para la buena fortuna, se ponen calzones amarillos, dan la vuelta a la manzana con maleta, ponen una argolla en la copa de champaña, un billete en el zapato, el primer abrazo se lo dan a alguien del sexo opuesto y, por supuesto claro está, escriben sus propósitos y deseos de año nuevo.

Estos propósitos quedan escritos con linda letra, generalmente guardados en un lugar visible y accesible para recordarlos y orientarnos a concretarlos. Pero tras las merecidas vacaciones de verano, con la entrada de Marzo “mes de los gastos” y con el regreso a la rutina del trabajo o de los estudios, muchas personas comienzan a caer en el letargo y en la lucha por “sobrevivir”, llegar a fin de mes, reaccionar rápidamente a las contingencias, cumplir, correr y correr. Y así, poco a poco y casi sin darnos cuenta, se van apagando esos sueños y propósitos que con tanta esperanza escribimos el 31 de Diciembre y van quedando cada vez más rezagados a un recóndito espacio del cajón del velador.

Y de pronto, casi en un abrir y cerrar de ojos, nos damos cuenta de que llegaron las Fiestas Patrias, el olor a Fonda, la cueca, la chicha y la empanada. Y tras este jolgorio rápidamente los Supermercados, Malls y los edificios se cubren de calabazas, esqueletos y fantasmas de Halloween para pasar a un ritmo vertiginoso a vestirse de verde, rojo y dorado en la espera de la Navidad… Y otra vez estamos en año nuevo, valorando el ciclo que está por terminar y esperando que pronto se acabe para que comience uno mejor.

En general, solemos evaluar el “año viejo” de acuerdo a lo “bueno” o “malo” que fue para nosotros y quienes nos rodean. Hay personas que se centran en revisar si tuvieron buena o mala suerte, otorgándole a veces la responsabilidad de sus resultados al animal del Calendario Chino que rige particularmente ese año y esperanzándose en que el próximo animal de turno traiga una mejor fortuna. Pero hay también quienes revisan si fueron capaces de cumplir con éste o aquel objetivo, cuánto hicieron para mejorar su salud, si lograron superar alguna meta, si recibieron lo que esperaban, si el año los aporreó más de la cuenta o si lograron algún aprendizaje importante. Estos últimos, suelen atribuirse un mayor control respecto de lo que les sucede y se responsabilizan más por sus propósitos, los cumplan o no y para bien o para mal, concluyendo siempre que hubo tanto que se pudo hacer y no se hizo.

Para que este balance sea positivo esta vez, te invitamos a retomar tus propósitos, a revisarlos o a re-hacerlos para intentar convertirlos en realidad en lo que queda del año o para prepararlos a conciencia para este año nuevo, pues aún estás a tiempo de no terminar frustrado(a) y con esperanzas vanas de un año mejor.

Toma entonces lápiz y papel y comienza a hacer tu lista para co-crear, como te hemos enseñado en otros artículos. La co-creación, es la capacidad que tenemos los seres humanos de generar la realidad que deseamos de manera consciente y deliberada a través de ciertas estrategias. Para lograrlo, por tanto, es necesario ser conscientes de lo que queremos, razón por la cual, una lista exhaustiva de lo que queremos, cómo y cuándo lo queremos resulta fundamental. Además, es importantísimo tener en consideración que todo lo que pensamos, decimos y hacemos crea nuestro futuro, lo que implica que en la co-creación no hay espacio para las dudas y la negatividad.

Para poder lograrlo, en primer lugar, debes revisarte a ti mismo(a) en función de evaluar si tienes creencias limitantes, si tienes la capacidad de soñar y de concretar, y si existe algún ámbito de tu vida (generalmente el niño interior) que debas sanar para que tu co-creación tenga el resultado deseado.

A modo de descripción, para ayudarte a hacer esta distinción, podemos caracterizar a las personas excesivamente soñadoras como aquellas que tienden a imaginar con mucha facilidad aquello que quieren lograr. Les resulta fácil hacerse una película clara de cómo les gustaría que fueran las cosas, sin embargo, no logran visualizar con claridad el proceso que deben seguir para que eso que desean se concrete. Una persona netamente soñadora, por ejemplo, imagina con mucha nitidez el momento en que se gana el Kino o el Loto y sabe perfectamente qué haría con ese dinero, sin embargo, rara vez compra un cartón. La persona en exceso soñadora sabe cómo sería su pareja ideal, se imagina una relación perfecta e incluso es capaz de sentirse como si estuviera en ella, pero probablemente no va en busca de las situaciones en las que pueda conocer a una persona nueva, no está atenta a conocer gente en los contextos que habitualmente frecuenta o no repara en aquellas actitudes que la llevan a fracasar una y otra vez en sus intentos de relación.

En el otro extremo, una persona en exceso concreta, tiene dificultades para imaginar situaciones que van más allá de lo conocido o de su experiencia. No cree que sea posible lograr cosas que se alejan de sus posibilidades actuales y prefiere no hacerse grandes expectativas para no frustrarse. Esta persona está, probablemente llena de creencias limitantes, que le impiden ver un futuro diferente a lo que vive hoy.

Ambas habilidades; soñar y concretar, son necesarias en el proceso de co-creación. Para co-crear, es menester que seas capaz de soñar como un(a) niño(a), con la certeza de que vives en un Universo pleno de posibilidades y que tienes la capacidad de hacer “milagros”. Pero no se trata sólo de imaginar, “decretar” y pensar que ya con eso está todo hecho, pues además, debes moverte en pos de conseguir aquello que estás pidiendo. No es suficiente decretar que tendrás un nuevo trabajo, con tales o cuales características y visualizarte en él, si no buscas alternativas, no te expones a postular, ir a entrevistas y poner a tus contactos en conocimiento de que estás buscando trabajo. El movimiento debe ser positivo y activo, con la certeza de que lograrás aquello que tanto ansías para dar un salto cuántico y estar, en un tiempo variable, en las condiciones en las que quieres estar.

Es de suma importancia, como esbozamos anteriormente, que antes de embarcarte en este mágico proceso, revises si existen limitaciones o ámbitos que debas sanar que puedan coartar tu proceso de co-creación. Una limitante común es que tu niño interno se encuentre dañado justamente en relación con aquello que quieres lograr. Por lo tanto, es una condición fundamental hacerte cargo de sanar este ámbito para que tu co-creación tenga fuerza y se haga con la seguridad requerida.

Otra limitante puede ser la contaminación energética, debido a que si estás contaminado(a) tu vibración energética es baja y, consecuentemente, atraes situaciones y personas de baja vibración. Por eso, es muy importante limpiarte energéticamente y tener un estilo de vida que no favorezca la contaminación.

Te deseamos todo el éxito del mundo con tus propósitos de fin de año.

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